Este es otro 8 de marzo, en el que seguimos sumergidas en las condiciones económicas, sociales, culturales y de consumo.
Arrastradas por ideas difundidas por las corporaciones y el estado a través de los medios publicitarios, donde el objetivo es vendernos esa moto de que las mujeres hoy tenemos más derechos que antes porque salimos a trabajar, donde a través de los medios pretenden entorpecernos con ideas ficticias que nos mantienen en el sometimiento bajo la promesa del empoderamiento femenino.
Donde queda claro que la mujer quiere hoy el sistema capitalista para sus filas defensoras de la desigualdad social. Esa mujer que se preocupa por ser bella físicamente, fría y ambiciosa. El reflejo de esto se encuentra en todas las publicidades de marcas de ropa y cosmética esclavistas de trabajadores en distintas partes del mundo donde sacan provecho de la falta de organización sindical teniendo a las personas explotadas en sus talleres o fábricas textiles por bajísimos sueldos. Para que otra mujer oficinista o trabajadora del otro lado del mundo desee comprar esos vacíos productos sostenidos sólo por la indiferencia social que existe en nuestra humanidad hoy.
Compañeras debemos seguir denunciando y analizando la humanidad, que poco cambió, porque aún no hemos podido erradicar esa forma de organización económica y social castigadora y sostenedora de la injusticia social que crea el padecimiento y los problemas de todos, pisoteando lo mejor de la especie humana, convenciendo a la mayoría de la población mundial que la ambición, la frialdad nos conducen a buenos puertos en esta vida y dentro del capitalismo.
Hoy esa visión no solo nos convenció, sino que también venció nuevamente a las mujeres. Muchas son hoy las que aspiran a ser y verse igual que las burguesas. Sin entender que las burguesas de hoy se imponen como la imagen de mujer perfecta que todo lo puede y nos venden sus ideas calculadoras que jamás serán para todas porque vivimos en una sociedad de clase que se sostiene de explotación.
Entonces hoy el trabajo igual que ayer no dignifica, no me iguala a nadie y no me empodera de mis cadenas. Con o sin trabajo compañeras, estamos siendo arrastradas a la miseria.
Porque la mujer trabajadora hoy está dividida gracias a la política que siempre se coloca antes que nuestras necesidades de organización gremial.
Y por culpa de eso debemos vivir con salarios bajos que no alcanzan para sostenerse y menos sostener una familia. Y dónde otras minorías de mujeres se sirven de mejores sueldos a cambio de controlar al resto siendo jefas o siendo patronas explotadoras dueñas de sus propias empresas.
La lucha de la mujer hoy conlleva múltiples banderas ideológicas que pretenden dividirnos aún más y arrastrarnos a una confusión que nos haga apoyar un bando que no es el nuestro.
Es por eso que desde oficios varios zona norte hacemos un llamado a todas aquellas mujeres hartas, de ser mal pagas en sus trabajos. Cómo es el caso de las compañeras de la educación, la salud, la limpieza, comercio, gastronomía, de oficina y administración de diversas empresas de entidades públicas y privadas. Donde abundan mujeres trabajadoras que deben sobrevivir economizando sus salarios para sostener el hogar haciendo malabares frente a los precios en aumento de la alimentación y el resto de las necesidades básicas.
Porque ya no alcanza con la explotación del hombre, decidieron arrastrarnos a todos, a nosotras y a los jóvenes también a salir a trabajar o buscar changas si no hay trabajo para contribuir en un solo hogar.
Por ende hoy igual que ayer nuestros problemas no son únicamente el mero lenguaje y ver cómo se dirigen los hombres y los demás al hablarnos o hablar de nosotras.
Nuestros padecimientos atraviesan los sentidos de la carne y los huesos y destrozan el espíritu.
Por eso nuevamente este 8 de marzo estamos para recordarles a los empresarios y al gobierno que se hagan cargo que nos sacaron de la casa de los pelos al trabajo. Y que por ser trabajadoras mujeres nos pagan sueldos más bajos y percibimos menos jubilación que nuestros compañeros hombres.
Es por esta razón que por más que las empresas, los políticos y dirigentes gremiales nos hablen bonito y con la “e” diciendose ser inclusivos, nos están explotando y no queremos más explotación, porque vamos a explotar en organización y rabia.
Es hora de cansarnos compañeras y rechazar esa paciencia de la cuál nos dicen que somos dotadas por naturaleza para que seamos esas mujeres que banquen en las buenas y malas a una familia a un hombre que tal vez no las acompaña con la misma paciencia que ustedes, encima a esto le sumamos ser pacientes frente a los maltratos en el lugar de trabajo aceptando obligadamente que nuestro trabajo vale una mierda o igual a estar desempleadas en muchas ocasiones.
Donde el sistema capitalista nos pone condiciones para acceder a puestos de trabajo que requieren mucho sacrificio y preparación para ser luego usadas y desechadas al momento de jubilarnos. Donde muchas mujeres saben que pocas son las que pueden sostenerse 30 años trabajando recorrido o más, si en algunos momentos de sus vidas tuvieron que dejar de trabajar para asumir esa responsabilidad tan laboriosa y natural de ser madres que nadie considera y hasta es menospreciada como tiempo que perdiste criando y no pudiste percibir de derechos como aportes jubilatorios ni de obra social. Porque tuviste que dejar de trabajar para criar o porque te despidieron por embarazo, porque sabemos que pocos rubros laborales permiten a las compañeras gozar de licencias por maternidad con goce de sueldo. Muchas mujeres están precarizadas por trabajos en negro para empresas que esquivan todos los derechos laborales y sindicales de las trabajadoras.
Sabemos bien que toda mujer madre vuelve a tomar las riendas al mundo laboral y con mayores necesidades por sus hijos.
Es debido a todas estas problemáticas que no nos conformamos con un lenguaje que se escuche y escriba bonito para quedar bien con nosotras y conformarnos a través de un falso respeto, falsa inclusión y quedamos por fuera de las decisiones políticas y económicas.
No queremos una falsa libertad, sino una completa y verdadera.
Sabemos que de la mano de los exploradores esto es imposible.
Necesitamos organizarnos en los sindicatos para plantear cuáles son nuestras verdaderas problemáticas y necesidades de las mujeres hoy.
Si de algo estamos seguras es que el estado y los patrones no nos respetan. No sé conforman con explotar a los hombres, hoy también juegan de la misma manera con nosotras. Desviando nuestra atención para evitar que podamos organizarnos para que no salgamos a decirles que tenemos muchas reivindicaciones pendientes y una de ellas es que nuestros hijos no están contemplados en los salarios. No estamos conformes con una asignación miserable, crimen del estado contra el bienestar y desarrollo de nuestras infancias y jóvenes.
Un año más que saldremos a las calles a seguir en posición de lucha para denunciar toda injusticia contra la humanidad.
Es una locura que hoy son pocos los que pueden cubrir todas las necesidades básicas de impuestos como luz, agua, gas y alquiler trabajando uno o dos en el hogar. La mayoría de las familias trabajadoras no pueden y para sostenerse todos salen a trabajar o hacer lo que sea para sostener techo, comida e impuestos de servicios básicos.
Por eso no vamos a cansarnos de atacar a todos los gobiernos porque no importa si ayer fue el gorila y ahora es el león, pero el estado es empresario y está siendo parte de la negociación que nos está empobreciendo día a día.
No hay mujeres que no sean laburadoras y no hagan el esfuerzo para seguir sobreviviendo y sostener algo o alguien.
Por eso rechazamos y repudiamos el accionar estrangulador del verdugo contra las mujeres pobres y trabajadoras, no queremos migajas que no alcanzan, queremos que dejen en paz a nuestros compañeros y á nuestros hijos que se los quieren apropiar para sacarles la última gota de sangre cuando los empiecen a explotar laboralmente.
Rechazamos el maltrato a nuestros jóvenes que no pueden proyectarse en el presente ni en ningún futuro. Aprovechándose de su juventud haciéndolos hacer múltiples tareas laborales por bajísimos salarios que solo les sirven para salir con amigos y ser jóvenes, pero no para independizarse libremente y comenzar sus vidas. Que crecen y aprenden como los pájaros a estar listos para volar, pero les cortan las alas, para que no alcen el vuelo.
Repudiamos, todo este maltrato perverso de mantener a las personas en la obediencia y aceptando religiosamente la realidad que les toca.
Seguiremos defendiendo el aborto legal conseguido con lucha.
Para que ninguna mujer corra riesgos de salud por no querer o poder ser madres por diversas razones económicas o sociales.
Debemos detener la perversión, no necesitamos traer niños al mundo a sufrir miseria no es justo, todo lo contrario es cruel. Si el mundo es explotación y desigualdad para tantas personas ¿ Qué les espera a la mayoría de nuestros niños?
No nos cansaremos jamás!! De exigir por cada mujer que no puede acceder a un trabajo para cubrir sus necesidades.
Seguiremos acompañando en la lucha a cada jubilada por mejorar las condiciones jubilatorias, denunciando que el sistema jubilatorio en manos del estado se encuentra atravesado por su control y burocracia. Para saquear las cajas jubilatorias. Afectando la vida de las jubiladas y los jubilados que hoy son humillados por el estado y los patrones, pagándoles migajas de jubilación como si fuese una ayuda social que no sirve más que para terminarlos lentamente.
Para así el estado sacarse de encima el costo que le genera el jubilado que ya no puede seguir trabajando siendo explotado y por ende ya no le sirve al sistema perverso.
Debemos seguir compañeras analizando.la cuestión de la explotación humana.
Hay muchas distracciones políticas que intentarán desviarnos del foco y principalmente a las mujeres que tenemos más demandas que vienen desde el pasado sin concretarse como derechos de las mujeres.
Es por esto que sabemos bien que los empresarios junto con el estado
Hace tiempo vienen preparando el terreno día tras día con la intención de reducir las posibilidades de organización de la clase trabajadora.
Con el objetivo de aumentar la jornada laboral, sin percibir diferencia salarial alguna..
Controlarnos a través del miedo a la pérdida del trabajo para que terminemos aceptando sus condiciones divididas y vulnerables.
PAREMOS ESTE 8 DE MARZO ¡¡HUELGA GENERAL!! Hasta terminar con la explotación.