Mu’awadhah: reciprocidad

Desde hace algunos años mujeres musulmanas trabajan para mostrar que el sexismo en el islam fue el resultado de una lectura intencionada y a posteriori de las enseñanzas del Profeta Mahoma. En línea con los textos de Said y otrxs autorxs decoloniales, el libro “Feminismo e islam. La lucha de las mujeres musulmanas contra el patriarcado” (compilado por Zahra Ali  [1]-Capital Intelectual, 2022 ) es una invitación a romper con el orientalismo y racismo que caracterizan los debates sobre las mujeres y el islam en la actualidad.  

“La idea no es responder a las preguntas impuestas por el feminismo hegemónico, sino más bien penetrar en el interior del universo de las feministas musulmanas y observar de qué manera plantean la cuestión de la igualdad, según modalidades, términos y problemáticas que les son propios” (p.12). A partir de dicha argumentación el volumen recupera artículos y entrevistas con personas relacionadas al feminismo musulmán proponiendo una apertura hacia nuevas perspectivas respecto del modo en que se plantean los vínculos entre mujeres, feminismos e islam desde un cruce entre las vertientes decoloniales y del feminismo negro  [2]

.  Es así como los textos que componen el libro intentan poner en tensión el término “feminismo” (debido a sus connotaciones occidentales y coloniales) para instalar un vocablo que desde el feminismo musulmán consideran más apropiado: reformismo en femenino. A partir de allí plantean tres ejes de análisis/discusión:

  1. Revisión del fiqh o jurisprudencia islámica. Con el fin de re-apropiar el saber religioso, integrando las herramientas de las ciencias sociales al análisis. 
  2. Producción de un saber nuevo por medio de la re-escritura de la historiografía musulmana desde una perspectiva femenina que tenga por objetivo hacer emerger las voces y subjetividades a través de los relatos históricos musulmanes, denunciando su marginación. 
  3. Elaboración de un pensamiento que se base en el Tawhid (monoteísmo musulmán) como fundador de igualdad entre los seres humanos. 

Lo religioso se impregna entonces de cuestiones vinculadas a los principios de justicia e igualdad, trazando vínculos entre la piedad, la espiritualidad y la emancipación. 

La primera parte de libro oficia como una introducción al concepto de “feminismo islámico”, la segunda parte propone una cartografía del movimiento desde diferentes espacio políticos, geográficos y culturales; en la tercera y última parte, se recuperan entrevistas a mujeres musulmanas de trayectorias y compromisos diversos. 

El texto de Wadud introduce el concepto de reciprocidad para dar cuenta del marco propuesto por el feminismo islámico. 

“El patriarcado no se trata solo de hombres, se trata de privilegiar constantemente la forma de hacer las cosas, una forma de ser y otra de conocer. Esta manera de conocer proviene de concepciones sobre el funcionamiento del espacio público basadas, casi por completo, en la manera en que los hombres han actuado en dicho espacio” (p. 38).

Para la autora el concepto de reciprocidad se encuentra presente en diversas filosofías y culturas, estableciendo el derecho a un trato justo y la responsabilidad de ser justo con los demás (mu’awadhah). Mu’awadhah comprende dos elementos (p.40):

  1. Conocimiento mutuo entre individuos,
  2. Apoyo mutuo entre individuos. 

La base de dicha reciprocidad dice Wadud, ocupa un lugar central en el islam mediante el principio del tawhid. El problema surge cuando se sitúa la relación entre hombre y mujeres como excluyente del principio de reciprocidad: una persona (el varón) es superior a la otra (la mujer). De acuerdo al principio del tawhid, esa relación es inconcebible dado que la unicidad parte de Allah. Si alguien quisiera ocupar dicho nivel superior, violaría el tawhid. 

Hasta aquí la historia de un libro que tiene la ventaja de estar traducido al español, con el objetivo de ampliar la audiencia y las discusiones sobre los modos de existencia en el Oriente, territorio que viene a nuestras mentes y retinas a partir del repique de medios hegemónicos pero que tiene miradas, voces, significados tan diversos como su producción ideológico – cultural. 

“Las principales cuestiones feministas – como la violación, la violencia doméstica, el acoso sexual, la desigualdad salarial, el reparto desigual de las tareas domésticas, el sexismo del mundo publicitario y de las representaciones normativas e infantilizantes de la mujer, la mercantilización de su cuerpo y la imagen degradante vehiculada por el mundo de la moda (que influye en nuestra manera de vestirnos y de cubrirnos, y cuestiona nuestro modo de consumo) – reúnen a las mujeres entre sí y ocupan un lugar central en su vida cotidiana. La omnipresencia de estos asuntos muestra la urgencia de renovar el feminismo para construir un ¨feminismo sin fronteras¨ que incorpore las cuestiones sociales y raciales a su crítica de la dominación masculina. Al reconocer las diferentes formas de ser feminista y la legitimidad de los discursos feministas alternativos que se articulan y configuran a partir de otros registros de referencia, que pueden ser religiosos y procedentes de otras herencias y tradiciones políticas, el feminismo sin duda se verá fortalecido” (Ali, 2022: 206). 

Quedará entonces la curiosidad de quiénes, en este mes de marzo, opten por lecturas disruptivas para trazar interconexiones entre aquello que desde las pampas pensamos que es y/o debería ser y las voces que intentan contarnos historias donde surca la colonización como un fenómeno presente. 

[1] Zahra Ali es una activista y académica feminista musulmana, profesora de Sociología en la Universidad de Rutgers (Estados Unidos). Sus investigaciones exploran dinámicas relacionadas a las mujeres, el género, los movimientos sociales y políticos vinculados con el islam, Medio Oriente y contextos bélicos, particularmente en Irak.
[2] El feminismo negro surgió en los Estados Unidos entre los años 1960/70, proponiendo articular las luchas contra el sexismo y el racismo. Sus principales referentes son: Sojourner Truth (1797 – 1883), Ida Wells – Barnett (1862 -1931), Angela Davis (1944 – actualidad), Bell Hooks  (1953 – actualidad) y Kimberlé
Crenshaw – Williams (1959 – actualidad)
Ursula
Categoría: Internacional
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