Imagen: Colectivo mundo x ganar

¿En manos de quién está la educación?

Muchas veces muchos sectores de la sociedad le achacan a la educación los “males” que aquejan a la sociedad. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de educación? ¿Tenemos pleno conocimiento de cómo es la situación de la misma..? ¿La sociedad conoce lo que realmente sucede?

Las críticas que se le hacen a la educación: ¿Son realizadas a la Institución Escuela? ¿Se critica la labor docente? ¿Se intenta tapar algo cuando sólo se critica la labor docente?

Nos encontramos ante un sistema educativo vapuleado en el que los docentes estamos frente a una situación de suma precariedad. En lo que respecta al AMBA no se encuentran diferencias entre los docentes que ejercen en CABA y los que lo hacemos en la Provincia de Buenos Aires.

Una educación que se encuentra atravesada por la desigualdad, por la desorientación de los que tienen que representar a los docentes y a todo el personal que forma parte del sistema educativo.

Nos encontramos ante la falta de inversión en el plano edilicio, como así también en el alimentario, con docentes que tenemos que hacer frente a situaciones adversas de forma estoica.

La labor docente tendría que pasar por llevar a adelante una educación por la liberación, una educación que logre la emancipación de todos aquellos que transiten por las aulas.

Necesitamos que la docencia se aboque a guiar, pero en cambio hoy los docentes estamos viendo si los alumnos concurren a la escuela comidos, o si tienen frío dentro del aula, etc etc.

Nos encontramos ante una baja en los presupuestos destinados a la educación, lo cual genera, entre otras cosas, que haya escuelas sin gas. Sí: sin gas. Actualmente, ante la llegada de las bajas temperaturas hay escuelas que retrasaron el horario de ingreso a los establecimientos para dar comienzo a la jornada.

No podemos pasar por alto que todo esto se debe al ajuste económico que están sufriendo muchos sectores productivos y de servicios, ante la necesidad de los gobiernos en tapar los negociados con el FMI.

Estamos frente a un discurso que habla de mejorar la educación pero nadie habla de la importancia de la labor docente. Hoy los salarios docentes están por debajo de la línea de pobreza. Es más, hoy se habla de DOCENTE POBRES!!!! Y no de POBRES DOCENTES…

Nadie aclara o piensa en la cantidad de horas tiene que trabajar un docente, o la cantidad de escuelas a las que tiene que concurrir, para poder llegar a fin de mes. Y en el caso de llegar sería algo maravilloso.

De cuanto tendría que ser el salario real, no un salario en donde los gremios se vanaglorian por los aumentos conseguidos. Aumentos que la inflación pulveriza.

Gremios conciliadores y que hacen la vista gorda sobre temas puntuales. Dirigentes sindicales adictos a los gobiernos de turno cuyos únicos reclamos que hacen los hacen de forma tibia. Generando solo HUMO para la tribuna, como en el caso de los 30 mil docentes, aproximadamente, que forman parte desde el año 2020 del “PROGRAMA PARA LA INTENSIFICACIÓN DE LA ENSEÑANZA”, o más conocido como ATR, y que van a quedar cesantes. Y al decir cesantes, hago referencia a que muchos docentes perderán un ingreso que nos ayuda a transitar estos tiempos económicos turbulentos, en donde la inflación le gana a los salarios mes a mes.

Este proyecto genera una incertidumbre tremenda, ya que siempre que se acerca la fecha de finalización del programa, la tarea perversa que llevan adelante desde el Ministerio de Cultura y Educación, de acuerdo a su agenda política, es poner en duda la continuidad del programa, dejando en evidencia la falta de políticas educativas, sin ver ni entender la situación de los diferentes alumnos y alumnas que transitan por las aulas de las escuelas.

Cuando hablo de Incertidumbre, me refiero a que muchos Docentes quedarán cesantes el 30 de Junio. Y las autoridades, teniendo conciencia de la situación, informan que quizás el programa continúe. Algunos dicen que será hasta el comienzo del receso escolar de invierno, otros dicen que será hasta el mes de Agosto. Es una situación de constante inestabilidad en la cual no se sabe qué será, no sólo del Programa educativo, sino también de los docentes que forman parte del mismo.

En ese programa los docentes se encuentran en un alto nivel de precariedad, siendo que ser parte del mismo no da puntaje, se cumplen tareas que van desde ayudar en las cocinas a ir en busca de alumnos que dejaron la escuela, cuidar alumnos en hora libre o dar el apoyo escolar a los diferentes alumnos y alumnas que se encuentran atrasados en los contenidos.

Algunas de esas tareas no son las que verdaderamente hay que llevar a cabo, pero ante la incertidumbre y el miedo de quedar cesantes, los docentes las llevan a cabo. Este programa, en el que muchos docentes dieron sus primeros pasos, dejó solapada la falta de trabajo y la falta de cobertura de cargos, ya sean titulares, suplentes o provisionales. A su vez muchos estudiantes del nivel terciario, que encontraron trabajo en el ATR, están por quedarse sin trabajo y sin respuestas.

En medio de esta situación, los diferentes consejos escolares desarrollan actos públicos digitales de forma dudosa, en los que se hace verdaderamente imposible conseguir horas. Ni hablar si tocamos el tema de la titularización de horas.

En la Provincia de Buenos Aires no hubo una Reforma del Estatuto Docente, como sucedió en CABA, pero la falta de cargos y de titularización hace que la situación de los docentes sea la misma.

Estamos ante el ajuste, y como siempre se ajusta en educación y en Salud. Nunca se habla de un ajuste de sueldos de los empleados públicos MÁS CAROS QUE TENEMOS, estos legisladores nefastos que hablan en nombre de cada laburante. Personajes que hablan de pobreza y de hambre cuando ellos nunca las transitaron.

La realidad es una sola. Y es preocupante, sobre todo cuando no se encuentra un rumbo. Vivimos signados por la incertidumbre sin saber qué va a suceder después de la fecha de finalización del programa. Un programa que no finalizará por falta de alumnos, sino por un ajuste en el presupuesto en educación.

Aún muchos alumnos deben materias, arrastran un retraso producto de la pandemia. Si se pensara verdaderamente en la mejora de la educación este programa como muchos otros le harían muy bien al sistema educativo.

Lamentablemente no sólo el problema es educativo, sino que también alimenticio. En muchos establecimientos se entregan los módulos de comida. Dichos módulos se vieron reducidos en cantidad de artículos que contenía la caja que era entregada a las diferentes familias que forman parte de las diferentes comunidades educativas.

Nos encontramos ante la presencia de alumnos que llegan al colegio sin desayunar, alumnos que esperan el recreo para poder tomar algo caliente para después poder seguir con la respectiva jornada educativa.

A modo de cierre podríamos decir que estamos ante un sistema educativo obsoleto, en el cual no hay, y por lo visto no habrá, intentos de modificarlo.

Un sistema que no se encuentra preparado para afrontar la realidad de los docentes, de los alumnos y de las familias que forman parte de las diferentes comunidades educativas. Docentes que no somos representados por muchos de nuestros dirigentes gremiales. Gremios que dejaron de luchar en pos de los docentes, sino que desde hace tiempo se convirtieron en el SUM de los partidos políticos con quienes se acuerdan diferentes políticas, y en donde siempre se corta el hilo por la parte más fina, aprovechando que siempre la sociedad será crítica con la labor docente, sin saber por las diferentes situaciones que atravesamos los y las docentes, en vez de criticar la falta de respuestas para con el SISTEMA EDUCATIVO. 

Jero SROVC
Categoría: Gremiales
Publicado el