Rosario 1907 Huelga general
Una página poco conocida de los primeros años del movimiento obrero argentino y de su organización fundacional, la FORA, se dio en la ciudad de Rosario en enero de 1907. Esta ciudad, conocida como la Chicago argentina por su desarrollo industrial o “la Barcelona argentina” calificativo puesto por dirigentes socialistas de Buenos Aires, en alusión al alto grado de movilización de la clase obrera local y predominio que en ellas tenían las ideas anarquistas tuvo características locales que conformaron una experiencia de anarquismo proletario y urbano que supo ser un potente germen del naciente movimiento obrero revolucionario alrededor de la FOLR (Federación obrera local rosarina) fundada en agosto de 1902 y adherida a la FORA.
Fue en enero de 1907 que este incipiente movimiento obrero se levantó en huelga escalando a Huelga General y que días después alcanzara nivel nacional, contra burgueses, capitalistas y poder político. El origen del conflicto no fue debido a una reivindicación económica sino en defensa de su dignidad. Como diría el diario La Protesta:
“El revolucionario acto de las masas proletarias de la Chicago argentina no obedece al afán o al deseo -que fuera justo- de alcanzar mejoras económicas. No, esta huelga no es huelga de intereses.
Es huelga de dignidad.
Es huelga de conciencias.
Es huelga de valientes” [1]
¿El motivo del conflicto? una ordenanza del Concejo Deliberante de Rosario que pretendía imponer a los conductores de carros la obligación de tramitar una libreta de buena conducta, que individualizaba “a su dueño con el retrato, sus impresiones digitales y otras referencias personales”.
De esa forma, los trabajadores eran sometidos “al arbitrio de patronos y autoridad”, bastaba “una simple mala anotación en contra de su poseedor o su retiro para crearle dificultades en el trabajo” [2]
Durante los últimos meses de 1906 el gremio del rodado de Rosario, enterado de la intención del municipio de exigir esta libreta, elevó un petitorio al Concejo Deliberante para que fuera modificada la ordenanza, pero no obtuvieron ninguna respuesta, hasta que en enero del año siguiente en acuerdo del intendente y el jefe de policía de Rosario se decidió avanzar con la medida.
En una asamblea realizada el 15 de enero por la noche, los cocheros y delegados de los gremios del rodado, después de una amplia discusión, resolvieron iniciar un paro general de cocheros y carreros “como protesta por la libreta que les exige la municipalidad y por las impresiones digitales que les impone la policía”, además rechazaron “otras obligaciones que les impone la nueva ordenanza de tráfico”. En la reunión estuvieron presentes delegados de los carreros, areneros, matanceros, repartidores de pan, de leche, cocheros particulares y de plaza. Se designó un comité de huelga constituido por dos representantes de cada sector.
Como consecuencia de la medida de fuerza, al día siguiente, la ciudad de Rosario “amaneció silenciosa y sin movimiento, como si fuese un día de fiesta”.
El día 21, igualmente con fines solidarios y para forzar su solución, la Federación Obrera Local Rosarina adherida a la FORA, declara la huelga general. Más de 30.000 obreros, identificados con el movimiento de los trabajadores del rodado, participan en esta acción.
La prensa, los comerciantes e industriales, cebados con el apoyo del Estado, antes de procurar solución al conflicto por las naturales vías de un acuerdo, estiman conveniente la ayuda del gobierno nacional. Tal servicio debe consistir en la implantación de un nuevo estado de sitio y el envío de fuerzas armadas. El gobierno no declara el estado de sitio, -pero envía tropas de caballería, un acorazado, varias otras naves de guerra, sus fuerzas de fusilería y artillería y ocupa militarmente la ciudad. Rosario es transformada en una plaza sitiada. Su industria, comercio y transporte, totalmente paralizados Su población, con escasos alimentos y caros. Sus calles sucias y malolientes, recorridas por patrullas de soldados. Dos centenares y medio de obreros van a parar a la cárcel, Muchos, bajo severa vigilancia de soldados armados, son obligados a efectuar, como prisioneros de guerra, la limpieza de la ciudad.
El día 22 por la tarde se reunió la FOLR y resolvió solicitar la adhesión de todas las organizaciones obreras del país. El Comité Federal de la FORA, que en esos momentos estaba reunido, solicitó -a través de un enviado especial- que una representación de la UGT se haga presente en la reunión del Consejo Federal. El órgano directivo de la UGT decidió enviar una comisión. Por lo tanto, en los hechos, el día martes 22 por la noche, sesionaron de manera conjunta la JE de la UGT y el CF de la FORA.
El día 23, la FORA lanza un manifiesto convocando al paro nacional, al que se sumaran los sindicalistas de UGT más de 7000 obreros decláranse también en huelga en la capital de la provincia de Santa Fe, en puerto Borghi, Colastiné y otros puntos, solidarizados con los huelguistas rosarinos y los obreros del Ferrocarril Santa Fe que libraban enconada lucha con la empresa. El 25, por virtud de una resolución conjunta de la FORA y la UGT, los obreros de la Capital Federal, La Plata, Bahía Blanca, San Nicolás, Mar del Plata, Mendoza, Córdoba, Paraná y otras poblaciones, inician la huelga general, solidarizados con sus hermanos de la segunda ciudad del país.
Manifiesto de la FORA:
“FEDERACION OBRERA REGIONA ARGENTINA
A los trabajadores
El momento ha llegado y es necesario que nos aprontemos a la lucha, nuestros hermanos del Rosario están actualmente luchando denodadamente contra la tiránica burguesía de aquella ciudad, la cual quería imponer absurdos y ridiculeces a los obreros de rodados como ser: libreta, retrato, impresiones digitales y otras cosas propias de crimínales y ladrones como ellos.
La Huelga General se impone, los obreros de esta región jamás negaron su apoyo y solidaridad cuando las circunstancias lo exigieron y no ha de ser en los actuales momentos cuando hemos de sentar plaza de cobardes, si no que cada cual ha de ocupar su puesto de combate, he ir impávidos y serenos a la lucha a la reivindicación de nuestros derechos.
La declaración de la Huelga General se hará conocer a los gremios por medio de manifiestos y por la prensa obrera.
Por lo tanto, es necesario que las comisiones activen los trabajos a fin de que la paralización sea completa.
El comité Federal ” [3]
La policía metropolitana dice que más de 80.000 trabajadores bonaerenses habían respondido al llamado de las dos centrales obreras. En los medios sindicales estímase en 150.000. Un comité compuesto por tres miembros de la FORA y de la UGT tiene a su cargo la orientacion del movimiento, cuyos fundamentos explican en un enérgico manifiesto.
“Ha llegado un momento solemne para los trabajadores de la región argentina —dice—, De un lado los legisladores se aumentan en un 50 por ciento sus enormes sueldos por no hacer nada, ni siquiera concurrir al recinto que llaman sagrado, y por el otro los alquileres de nuestras miserables “viviendas, asiento de toda enfermedad, absorbe la mayor parte de nuestros salarios,” señala los atropellos de que son víctimas a tiros y a sablazos en cuanto se efectúa un mitin cualquiera. A la vez que se favorece a los capitalistas con soldados para que los reemplacen en las huelgas”. [4]
Destaca como se utiliza a aquellos y buques de guerra para domeñar a los que no quieren se les marque infamantemente en libretas de conchabo como si fueran delincuentes”; exalta “la altiva actitud de los obreros de Rosario, levantados en huelga general para rechazar, con todas sus energías y conciencia de hombres libres, el incalificable abuso de la policía y Municipalidad rosarinas”. “Nuestra actitud —afirma la proclama— no podía ser otra”, Tras recordar a los obreros caídos en trágicos episodios en la importante ciudad santafesina y culpar de la huelga a las autoridades con “su absurda pretensión de que los obreros estén sometidos a la arbitraria y degradante libreta de conchabo”, afirma: “Tenemos que defender a nuestros camaradas de Rosario y defendernos al mismo tiempo de autoridades y capitalistas.
Se han equivocado y grandemente los poderes públicos si creen que irán cercenándonos derecho tras derecho, libertad tras libertad, impunemente. Nuestra actitud de hoy les enseñará a ser más medidos en lo sucesivo, a respetarnos como adversarios ya que no lo han hecho como hombres.” [5]
El 27 de enero —dos días después de declarada— termina la huelga general con la victoria de los trabajadores rosarinos.
La Federación Obrera Local Rosarina y la Municipalidad llegaban a un acuerdo sobre las siguientes bases:
1° Abolición completa de la libreta para los conductores de carros,
2° Tan pronto como en marzo sesione el Concejo Deliberante, el intendente presentará una minuta pidiendo la enmienda de los artículos que fueron la causa del presente movimiento,
3° A los cocheros de plaza se les acordará libreta gratis, sin retrato ni impresiones digitales,
4° Libertad de todos los presos del Departamento y Cárcel Penitenciaria por el presente movimiento.
5° Vuelta al trabajo y a sus puestos do todos los obreros municipales, barrenderos de calles y conductores de carros de limpieza pública.
6° Reposición de los obreros del Matadero Municipal, [6]
Los trabajadores obtienen, así, una nueva y rotunda victoria, Obligan, por otra parte, al intendente rosarino a trasladarse a la capital de la provincia con el objeto de encontrar solución al conflicto y además al jefe de policía a presentar su renuncia.