Palestina: Esa melodía distante de libertad

Nunca dejaré de ser libre.
Voy a cantar los deseos de mi espíritu, incluso si vas a aplastarme con cadenas.
Mi canción manará a raudales desde el fondo.
«Detrás de un muro» (fragmento)
Sola con los días (1952), Fadwa Tuqán.

El 29 de diciembre de 2023 se cumplen 84 días del asedio a Palestina por parte de Israel. Los hospitales se han convertido en refugios temporales (y muchas veces peligrosos) de familias que no tienen dónde ir, atrapados por el bloqueo sionista. 

Mucho se habla sobre Hamas [1], pero poco (o nada) se dice de la situación crítica que viven las infancias palestinas. Según UNICEF (octubre del 2023):

“La Franja de Gaza ha sido testigo de las devastadoras consecuencias de la guerra en la población infantil, con un balance de 2.360 niñas y niños muertos y 5.364 heridos a consecuencia de los incesantes ataques, es decir, más de 400 niños muertos o heridos a diario. Además, más de 30 menores israelíes han perdido la vida y decenas de ellos continúan secuestrados en la Franja de Gaza. Este periodo de 18 días es la escalada de hostilidades más mortífera en la Franja de Gaza e Israel que Naciones Unidas ha presenciado desde 2006” (23/10/2023 [2]).

Violencia, desplazamiento, nulo acceso a la salud y la educación, hambruna, falta de agua y elementos mínimos de higiene son algunos de los padecimientos del pueblo palestino en la actualidad. En el mes de noviembre del 2022 desde Organización Obrera dábamos cuenta del control del agua de la empresa militarizada MEKOROT en Palestina [3], que proporciona agua de menor calidad, niega el acceso al río Jordán y manantiales de agua a la población palestina, empujando a la migración forzada y restringiendo sus posibilidades de supervivencia. MEKOROT en la actualidad se encuentra prestando “servicios” en 10 provincias (Agencia Tierra Viva, septiembre 2023 [4]) desde las primeras conversaciones/acuerdos con Wado de Pedro (ex ministro del Interior de A. Fernández) para un “plan maestro sobre el manejo del agua” (del que poco o nada se sabe): misma empresa denunciada por la ONU por violar el derecho al agua en Palestina ¿La promesa? Terminar con la sequía….

Algunos hechos de importancia acaecidos en éstos 84 días, según la cadena Aljazeera [5] son: 

• El Ministerio de Salud de Gaza [6] ha anunciado en Telegram que a 20 pacientes se les permitirá viajar fuera del enclave asediado para recibir tratamiento de emergencia en Egipto, saliendo por el cruce de Rafah el viernes por la mañana.
• Un ataque israelí alcanzó un edificio residencial cerca del hospital kuwaití en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza. Al menos 20 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, murieron, según presenció un equipo cercano de Al Jazeera. Marwan al-Hams, director del Hospital Abu Youssef Al Najjar de Rafah, dijo que los heridos en este ataque debían ser sacados urgentemente del país para recibir tratamiento. Instó a que se permitiera más ayuda y combustible dentro de Gaza.
• La Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en el Cercano Oriente (UNRWA) ha advertido que no está entrando suficiente ayuda a la asediada Franja de Gaza, lo que deja al 40 por ciento de su población “en riesgo de hambruna”, mientras Israel obstaculiza el flujo de mucha ayuda. necesitaba ayuda en el asediado enclave.
• El ejército israelí concluyó una investigación sobre el asesinato de tres cautivos israelíes, diciendo que el incidente se podía prevenir pero que no se tomarían medidas disciplinarias contra sus soldados porque no fue malicioso.

Hasta el momento, 97 periodistas han sido asesinados por Israel en la Franja de Gaza, donde las infancias [7] han ido tomando el lugar de comunicadores para mostrar al mundo las atrocidades que se cometen en nombre de la propiedad. El bombardeo sostenido a hospitales y centros de refugiados obliga a la población palestina a improvisar campamentos donde se presta cobijo a propios y ajenos; tejiendo redes de supervivencia entre los escombros. 

El 14 de noviembre del pasado año, la ONU se pronunciaba por la muerte de más de 100 trabajadores humanitarios en Gaza, cifra récord para los 78 años de historia de la organización [8]. Según Israel, el asedio a los territorios donde habitan civiles se justifica debido al hecho que Hamas ha permeado en la infraestructura civil de Gaza. Una justificación débil frente a la matanza de infancias, pero efectiva frente a una política de genocidio del pueblo palestino. 

¿Por qué contar esta historia en un periódico obrero? En primer lugar, porque es importante tener memoria y recordar que el Milei se ha mostrado explícitamente en favor del modelo sionista de ocupación a su vez que el gobierno saliente de Fernández no sólo facilitó los acuerdos con MEKOROT sino que mostró un mutismo selectivo frente a la matanza en la Franja de Gaza. Recordemos también el lamentable hecho de censura a la Orkesta Popular San Bomba, banda paradójicamente “des-invitada” al festejo por el “Día de la democracia” (2021) por su canción Cumbia Palestina [9]. Parece que las fuerzas del cielo tienen bastante en común con el populismo saliente.

En segundo lugar, porque el “Frankie” enviado por Milei establece una serie de modificaciones que impactan no sólo de manera directa en la salud socioambiental, sino que también entregan bienes comunes al mejor postor, como es el caso del fondo de bosques nativos donde el documento expresa que: “El Fondo de bosques nativos pasará a financiarse directamente del Presupuesto, y se simplifican los procedimientos para la explotación de bosques en zonas habilitadas comercialmente a tal fin”.

Capítulo III – Ambiente

“ARTÍCULO 497.- Sustitúyese el artículo 2° de la Ley N° 26.562 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para Control de Actividades de Quema, por el siguiente: “ARTÍCULO 2º.- A efectos de la presente ley, entiéndese por “quema” toda labor de eliminación de la vegetación o residuos de vegetación mediante el uso del fuego, con el propósito de habilitar un terreno para su aprovechamiento productivo. A los fines de la presente ley, se entiende por “aprovechamiento productivo” toda actividad que tenga una finalidad de lucro y que no tenga relación alguna con la protección medioambiental del terreno.” [10]

“ARTÍCULO 3º.- Queda prohibida en todo el territorio nacional toda actividad de quema que no cuente con la debida autorización expedida por la autoridad local competente, la que será otorgada en forma específica, en un plazo máximo de 30 días hábiles desde la solicitud de autorización. En el caso que transcurra el plazo de 30 días sin que la autoridad competente se expida expresamente, se considerará que la quema ha sido autorizada tácitamente.” ARTÍCULO 499.- Deróguese el artículo 6° de la Ley N° 20.466 de Fiscalización de Fertilizantes. ARTÍCULO 500.- Sustitúyese el artículo 26 de la Ley N° 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, por el siguiente: “ARTÍCULO 26.- Para los proyectos de desmonte de bosques nativos que se encuentren bajo la categoría I y II prescripta en el artículo 9°, la autoridad de aplicación de cada jurisdicción garantizará el cumplimiento estricto de los artículos 19, 20 y 21 de la Ley N° 25.675 -Ley General del Ambiente-, previamente a la emisión de las autorizaciones para realizar esas actividades.” [11]

Otro aspecto digno de mención es que deroga la ley de tierras rurales (26.737 [12]) la cual establecía un 15% de la tierra rural en manos extranjeras. Según el Ministerio de Justicia, en el 2022, 14,7 millones las hectáreas bajo control extranjero en la Argentina. Cabe la mención que bienes comunes que garantizan el acceso al agua como lo es el Lago Escondido está en manos foráneas las cuales tienen control absoluto sobre el territorio [13].  El objetivo de la compra de tierras rurales por magnates o consorcios internacionales generalmente se asocia a una política extractiva de monocultivo (pinos, por ejemplo) con serias consecuencias en la biodiversidad, los cauces de agua y la habitabilidad de los territorios por parte de las comunidades. 

El DNU también habilitaría a que la persona propietaria de un producto forestal, agrícola o minero pudiera darlo a custodia de una empresa emisora de los títulos de créditos o “warrants” [14]. 

La lucha palestina es por su territorio con todo lo que aquello significa: la posibilidad de habitar, aprender y enseñar, construir salud de modo colectivo, producir alimentos, cuidar de las comunidades. 

En estos territorios si bien la pelea comenzó hace tiempo desde asambleas multisectoriales, de cara a un futuro apocalíptico se hace cada vez más urgente trascender, desde la clase trabajadora una discusión que trascienda lo meramente salarial/económico para ampliar, de manera intersectorial e interseccional, la defensa del territorio, la salud socioambiental y las condiciones dignas de existencia.