El pasado 25 de Mayo el movimiento obrero nuevamente tuvo que padecer otra víctima más de la avaricia empresarial. Estamos hablando en este caso de un joven compañero asesinado por la patronal, Alan Paz, quien trabajaba para el Frigorífico Ríoplantense de la zona norte de Gran Buenos Aires, en el mantenimiento de obra. El mismo se encontraba realizando tareas de demolición en el sector de secado de sangre cuando la caída de una pared terminó con su vida. Sus compañeros y la comisión interna venían denunciando las condiciones laborales inseguras y la negligencia por parte de la empresa, señalando la falta de medidas de seguridad adecuadas durante la demolición. Hacía solo 7 meses atrás, Alan y un compañero habían resultado heridos cuando estaban trabajando en la refacción de unas cámaras frigoríficas y hubo un derrumbe también. Es por eso que desde aquí denunciamos y responsabilizamos a Rodolfo Costantini, dueño del Frigorífico, como principal responsable de la muerte del compañero.
Podemos asegurar que esto no fue un caso aislado, ni en la región argentina ni en el mundo. Las muertes en los lugares de trabajo siguen siendo un tema que no le agrada dar a conocer ni explicar a los grandes medios de comunicación, y cuando salen a la luz aparentan ser siempre casos de negligencia por parte de los trabajadores y trabajadoras, o la simple explicación de que fue “un accidente” que pasó repentinamente y no pudo ser evitado. En 2024 se registraron unos 250.000 casos de accidentes que provocaron lesiones y 360 compañeros y compañeras muertos. Y estamos hablando de los casos registrados, es decir, con ART. No están contemplados la gran cantidad de laburantes que no cuentan con esta cobertura y no son informados.
Las fuentes judiciales, en complicidad con los medios, quieren desviar el debate hacia un callejón sin salida que llaman “industria del juicio”. Donde, en lo que va del 2025, se registran ya más de 132.000 casos presentados. Y acá tenemos que hablar de los trabajadores de Pymes, donde no se puede negar que es donde mayor cantidad de compañeros y compañeras están sin registrar, mal convencionados, sin representación sindical, precarizados y alejados de los derechos básicos; con jornadas extensas, sin paga de horas extras, etc. La competitividad siempre ajustando a la clase trabajadora, total son nuestras vidas las que están en riesgo y no la de ellos, empresarios sedientos de dinero sin importar que lo consigan manchados de sangre y sudor de los explotados.
En Córdoba, hace unos meses perdió la vida, un compañero, Federico Prado de 30 años de edad, enviado a realizar tareas de colocación de alfombras, en una oficina, de espacio confinado, luego de estar inhalando los gases del pegamento durante horas, y su compañero internado en situación grave, por la misma causa. En lo que va del año otros 6 ya murieron en sus lugares de trabajo, en talleres, fábricas, por negligencia patronal y falta de elementos de seguridad.
En décadas anteriores también hubo muchas muertes en los lugares de trabajo, pero en aquellos tiempos y en los actuales la única manera que hay de reducir las pérdidas de compañeros es a través de la organización gremial en los lugares de trabajo, con o sin el sindicato a favor, las condiciones de trabajo se mejoran en conjunto y no podemos confiarnos del negocio que implica a las aseguradoras, debemos continuar evitando muertes, somos el conjunto de la clase trabajadora la única que puede detener los atropellos patronales.
Desde la Federación Obrera Regional Argentina, llamamos a todos los trabajadores y trabajadoras a poner el foco en la organización, porque cuando los laburantes nos juntamos, debatimos, pensamos, y tomamos cartas sobre nuestros asuntos, sin intermediarios, sean políticos o burócratas sindicales, nuestra realidad puede cambiar hacia donde libremente lo queremos, y algo que queremos los trabajadores de la FORA, es un dia, romper las cadenas de la explotación, en ese camino necesitamos mejorar nuestras condiciones de vida.
¡Basta de asesinatos laborales!
Trabajador de la Zona Norte de Gran Bs. As.
