Editorial

Este número de Organización Obrera, lo escribimos en un contexto complejo, en el que se siguen profundizando las medidas de ajuste y persecución a quienes resisten y luchan el atropello patronal y estatal, así como los intentos para reconfigurar la legislación laboral. Para establecer una mayor precariedad en los trabajos y cercenar o intentar prohibir la acción directa para enfrentarlas. Todo esto, en medio de la carrera partidaria para ganar una nueva farsa electoral, en la que se promocionarán los nuevos cómplices de nuestro sometimiento como trabajadores.

Los recientes números circulados por el INDEC, han demostrado que a pesar de las mentiras vociferadas por el Estado, las empresas y sobre todo, por la mayoría de las empresas de comunicación masiva, la realidad de crisis está siendo pagada por la clase obrera activa y jubilada. La desocupación y el trabajo en negro, en aumento, así como la cantidad de monotributistas; los salarios con bajos aumentos que nunca alcanzan para llegar a fin de mes, y jubilaciones miserables con bonos congelados. Empresas que cierran y despiden a sus empleados, o el traslado de la fábrica a otro lugar con condiciones más ventajosas en cuanto a salarios y condiciones de trabajo. 

Algo que queremos destacar, es la represión y persecución a quienes luchan y resisten los atropellos, como ocurre todas las semanas contra los y las jubiladas que dan sobrada muestra de resistencia ante la crueldad de un sistema que nos descarta una vez que ya no somos productivos, relegandonos a una vida miserable en nuestros últimos años. También el plan de espionaje que se cierne sobre todas aquellas personas que muestren la realidad del empobrecimiento general de la población; y prevenir la organización de organizaciones que resisten al oscuro plan de pauperización de nuestras vidas. Por eso también, intentan cercenar la huelga y prohibirla “de hecho”, preparando el marco legal para la represión de los conflictos laborales que surjan por este plan económico y dando lugar a su consiguiente persecución judicial. 

La huelga es el arma más fuerte que tenemos como trabajadores y trabajadoras; es aquella que nos permite presionar con firmeza para lograr mejores condiciones de vida. Por eso gobiernos de distintos colores políticos, han planteado la necesidad de limitarla lo más que se pueda. Al anterior festejo de la CGT por el fallo de la CSJN que les reconoce sólo a los sindicatos y no a lxs trabajadorxs en sí mismos, la potestad para convocar a huelga; se suma el decreto que pretende colocar prácticamente todos los sectores de la economía en la categoría de “esenciales” y estableciendo criterios discrecionales para tomar tales decisiones. Actualmente, se encuentran frenados algunos artículos por la justicia, donde precisamente los grandes grupos económicos tienen mucho peso; pero lo que nos deja este nuevo intento del Estado de prohibirnos la acción directa, es el nulo intento de amague siquiera de las organizaciones sindicales, que respondieron como siempre, solo interponiendo medidas legales en tribunales. Nos muestra la descomposición y a merced de quienes estamos…

En la historia del movimiento obrero, la organización dio lugar a las páginas más brillantes y heroicas, una de ellas fue la colectivizaciones de todas las ramas de la economía entre 1936 y 1939, durante la Revolución española. Demostrando la capacidad de la clase obrera para tomar en sus manos la economía de un país, y sostenerla durante la guerra desatada por los fascistas para acabar con la organización obrera y destruir los esfuerzos por reorganizar la vida social en pos de los trabajadores y trabajadoras, Actualmente, se viven en España los mismos aires represivos y antisindicales que se vive en nuestra región  como es el caso de las 6 de La Suiza, 6 trabajadoras de Xixón (España), despedidas por organizarse sindicalmente y con la posterior condena a prisión por hacer uso de la acción directa, tanto huelgas como bloqueos, para revertir la decisión patronal de despedir a las compañeras y acabar con la organización sindical.

En estos tiempos, en que organizarnos es algo urgente, celebramos la incorporación a la FORA, de la Sociedad de Resistencia Oficios Varios de Córdoba, llevando las ideas y prácticas de la horizontalidad y el apoyo mutuo, y que se constituye como un foco en el centro de la región Argentina, para la propaganda y acción de la Federación.

Para cerrar esta editorial, hacemos un llamado a la clase trabajadora a continuar organizándose y resistiendo los ataques a que nos someten los capitalistas y todos sus secuaces. Por más que lo intenten, como dice un compañero en estas páginas: “ cuando los trabajadores se encuentran organizados y quieren llevar adelante con decisión y firmeza sus reclamos, no hay prohibición de la huelga que lo pueda frenar.”

La organización para enfrentar las injusticias no se puede prohibir, y a pesar de la represión, nunca la van a poder detener.

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Categoría: Editoriales
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