A propósito de los cien años de publicación de “El anarquismo en el Movimiento obrero”
En 1925 el libro de coautoría entre Emilio López Arango y Diego Abad de Santillán, titulado El anarquismo en el movimiento obrero. Al cumplirse el centenario de este hecho nos sentimos convocados a reponer el sentido con el cual fue escrito y reflexionar sobre sus aportes.
Un primer elemento que se destaca de este libro es su publicación en el extranjero, a través de la editorial Cosmos de Barcelona. Esto no se produjo por falta de oportunidades para imprimirlo en Argentina, ya que no eran pocas las editoriales ligadas al anarquismo en este país, ni sus autores unos desconocidos. Por el contrario, se trataba de dos militantes con gran participación dentro de la FORA, y miembros del cuerpo de redacción del periódico La Protesta. Por tanto, que este libro se publicara en España respondió a una decisión consciente de querer interpelar a otro público lector, al proletariado anarquista de Europa.
Este objetivo se enmarca en un contexto de disputas estratégicas entre diferentes tendencias del movimiento obrero revolucionario a escala internacional. La refundación de la Asociación Internacional del Trabajo (AIT) en 1922 convocó a las organizaciones obreras que no quisieron someterse a los designios de la Profintern (creada en
Moscú), debido a la subordinado que tendrían al Partido Comunista soviético, ni tampoco adherir a la Internacional sindicalista con base en Ámsterdam, por su carácter reformista. Este rechazo a las otras dos internacionales existentes hasta el momento fue un punto en común entre los sindicatos que decidieron retomar el rumbo histórico señalado por la Primera Internacional. Pero más allá de este punto, las organizaciones adherentes mostraban fisonomías, estrategias y formas de funcionamiento diferentes.
La FORA fue fundadora de esta nueva AIT. Pero su adhesión se produjo con algunas reservas, en tanto que ya estaban advertidos de las diferencias que la separaban de las organizaciones europeas. Las dos tendencias predominantes que han convivido dentro de la AIT desde su creación fueron el anarcosindicalismo y el sindicalismo
revolucionario, con las cuales la FORA no se identificaba. Por tanto, intentó mostrar las virtudes de su modelo, forjado a lo largo de su experiencia histórica.
En el congreso fundacional de 1922 la FORA presentó una moción donde expuso su visión sobre el sindicalismo, manifestando que este es un medio y no un fin en sí mismo, que no debería tener un rol director en los periodos revolucionarios, y que una vez concretada la gesta revolucionaria, las organizaciones obreras creadas para la defensa y mejora de las condiciones laborales durante el capitalismo, ya no tendrían razón para existir. Bajo estas premisas la FORA impugnaba el lema de “todo el poder a los sindicatos” y las estrategias de formar la semilla de la nueva sociedad desde los sindicatos, tal como las organizaciones europeas defendían.
Los foristas reconocieron estar en minoría dentro de la AIT, por lo cual buscaron influir a los militantes de las demás organizaciones a través de dar a conocer su modelo organizativo y teórico. Es así que en el mismo año en que se realizaba el II Congreso de la AIT publicaron El anarquismo en el movimiento obrero en Barcelona.
El libro está organizado en cinco capítulos, más unas “palabras finales” a modo de conclusiones y un “Apéndice polémico” que consta de dos artículos publicados originalmente en el Suplemento semanal de La Protesta en aquel mismo año. 1 En cada capítulo se aborda un problema diferente vinculado a la preocupación principal de los autores. En el primero se plantea que en la Argentina los anarquistas desarrollaron una experiencia original dentro
del movimiento obrero con la instauración del finalismo; en el segundo vierten sus críticas al sindicalismo y las posiciones asumidas por los anarquistas sobre el tema; en el tercero impugnan la noción de “frente único” y otros conceptos utilizados en los medios obreros de la época; en el cuarto trabajan sobre el rol que deben cumplir los
sindicatos para alcanzar la revolución y que función tendrían luego de alcanzada la misma; y por último manifiestan su opinión sobre las agrupaciones anarquistas “especifistas”, o en palabras de ellos, el “anarquismo filosófico”, comparándolo con el “movimiento social anarquista”.
La publicación guarda un tono polemista, pero también refleja la toma de posición sobre diferentes problemáticas que hasta el día de hoy constituyen parámetros originales y definitorios de la identidad de la FORA. Invitamos a leer el libro y explorar, a través de sus páginas, la expresión del movimiento obrero anarquista construido por la FORA.
Para finalizar, cabe aclarar que el contenido de este libro fue difundido en Argentina por medio de la publicación parcial de sus capítulos a manos de diferentes organizaciones ligadas a la FORA a lo largo de los años, para finalmente ser reeditado bajo el sello de Ediciones FORA en 2015.