Correa larga para el monstruo de las telecomunicaciones

El tercer mes del 2025, el empresariado gigante de las telecomunicaciones, hablamos más precisamente de Hector Magnetto y compañía (“a falta de poder”) se comió de un bocado a la mayor empresa competitiva que tenía en materia de redes móviles y fijas de acceso a internet. Varios bancos no dudaron en apoyarlo financiándole la comprita (1300 millones de dólares aproximadamente). Con esto, el magnate se adueña del 70% de la torta que se recauda a través de la estafa que representa tanto la telefonía móvil como “el internet” domiciliario, que tanto nos cuesta a los trabajadores para que nos den una cuota de comunicación, en el mayor de los casos, con pésimos servicio, porque estas empresas, incluimos todas, son una estafa de dar mal servicio a cambio de una tarifa altísima.

Que entre los empresarios se maten, digo, pero entre los trabajadores y trabajadoras de las telecomunicaciones no es momento de pelear, que continúe el debate siempre, que prime lo ideológico, en la palabra y decisiones a proponer, pero es momento de reafirmar lo que nos une, y es y debería ser la defensa de nuestros derechos adquiridos, la defensa de nuestros puestos de trabajo, de nuestras condiciones. La pasividad de los dirigentes sindicales, de acomodados del sillón, nos fue llevando y está llevando a un mar de niebla cada vez más densa.

Hay que abrir los ojos compañeras, compañeros, es hora de participar, de activar, de dedicarle a nuestra vida, que no es solo trabajo de esclavo, donde pasamos demasiado tiempo amasando las fortunas de los patrones, y tragando migas nada más de esa gran torta millonaria que amasan solo para ellos. En fin, dedicarle a nuestra vida un tiempo para la pelea gremial, para el análisis, la conversación con los compañeros y compañeras en nuestros lugares. No hay otra salida más que comenzar a juntarse, charlar, debatir y poner puntos en común para defendernos de estos atropellos, forzar la lucha colectiva de base horizontal, solidaria que actúe cuando sea necesario y acordado. Que sea la asamblea la única voz del sindicato, de abajo hacia arriba, compañeros, no hay otra que hacernos cargo de lo nuestro, compas, terminemos con la fantasía de que los dirigentes sindicales son los sabios del tema, empecemos a igualar el conocimiento y las decisiones a tomar, y para eso hay que comenzar con la práctica compas, juntarse organizarse y pelear.

El camino al trono del monopolio de las telecomunicaciones arranca con el grupo hoy perteneciente a Magnetto, con el Diario Clarín allá por los años 45, después el papel mismo por los años 60, para pasar a la televisión y la radio en los años 90, luego meterse en la compra de las cableras, para más tarde, en el 2000 con una empresa al borde de la quiebra, nuevamente con la complicidad del Estado, apropiarse de las competencias también, haciendo del grupo un monopolio, tanto de los que se dice en los medios como de quien transporta esa información a los hogares. Y esto no termina acá. El grupo se metió en el negocio de la telefonía para instaurar hoy su gran monopolio en materia de trasmisión de datos y contenido.

Ahora sí, ellos dueños de casi todos, nosotros de nada y contra las cuerdas, desde el día cero, el negocio se sostuvo gracias a los trabajadores, y nada fue gratis, todo llevo luchas, por salario, seguridad, bienestar por conservar el puesto de trabajo, gremio de luchas históricas, un movimiento obrero que supo conquistar derechos, y como partícipes de este movimiento obrero, es que hoy es necesario repetir lo que dijimos al comienzo, es momento de pelear, resistir y luchar. Es nuestra tarea clave organizarse y resistir las nuevas y constantes avanzadas patronales.

Ni con los gobiernos ni con los patrones, por nuestro bienestar.

¡No al despojo empresarial!

Un trabajador de las telecomunicaciones.
Categoría: Actualidad
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