GRACIAS, COMPAÑERAS
Desde la CNT, expresamos nuestro más profundo agradecimiento a todos los sindicatos afiliados a la Confederación Internacional del Trabajo (CIT) que han respondido a nuestra llamada y se han unido a nuestra campaña de crowdfunding. Su generosa contribución trasciende fronteras y demuestra, una vez más, la fuerza de la solidaridad internacional y el compromiso compartido por la defensa de los derechos de los trabajadores. Gracias a su apoyo, podremos dar un paso significativo para la defensa de nuestras compañeras de La Suiza.
Esta campaña ha sido un claro ejemplo de cómo la unión hace la fuerza. Juntas, hemos demostrado que la solidaridad no es solo una palabra, sino una práctica que transforma vidas.
Queremos destacar la importancia de cada una de las donaciones recibidas. Gracias a su pequeño o gran aporte, hemos logrado alcanzar una meta que parecía inalcanzable. Su confianza en nuestro proyecto nos llena de orgullo y nos motiva a seguir trabajando incansablemente.
En estos tiempos difíciles, donde los derechos de los trabajadores están constantemente amenazados, su solidaridad es un bálsamo que nos reconforta y nos impulsa a seguir adelante. La CNT se compromete a utilizar estos fondos de manera transparente y responsable, siempre al servicio de los intereses de la clase trabajadora.
Una vez más, gracias a todos los sindicatos de la CIT que han hecho posible este logro. Juntas, estamos construyendo un futuro mejor para todas y todos.
NO VAMOS A AGACHAR LA CABEZA. MANIFESTACIÓN EN MADRID EN APOYO A LAS 6 DE LA SUIZA
Más de 2.000 personas se han volcado en las calles de Madrid para levantar la voz en defensa de Las 6 de La Suiza. Convocada por la CNT y la Plataforma Madrid por Las 6 de La Suiza —un frente amplio que agrupa a sindicatos, colectivos sociales y políticos— la manifestación ha sido mucho más que un acto de solidaridad: ha sido una respuesta contundente contra la criminalización del sindicalismo y de quienes luchan por un trabajo digno.
«Que no, que no, que no, que no aceptamos esta sentencia, queremos la absolución» cantaban las miles de asistentes. La criminalización de la protesta laboral, en este caso, pone de manifiesto una realidad alarmante: la lucha por la dignidad de los trabajadores se ha convertido en un campo de batalla en el que los intereses del capital parecen siempre salir victoriosos.
Pero la indignación no se limita solo a las condenadas y a los manifestantes. La propia clase trabajadora, unida en una marea de solidaridad, ha señalado este 8 de febrero en las calles de Madrid lo que está en juego. No solo la CNT ha alzado la voz; muchos otros sindicatos, se han sumado a la protesta, conscientes de las repercusiones que esta sentencia tendrá para cualquier trabajador que desafíe el statu quo.
Los ecos de la marcha resuenan con fuerza en Madrid, pero también en el resto del país. «Hacer sindicalismo no es delito«, «compañeras de Gijón, absolución«, «nos tocan a una, nos tocan a todas«, cantan las calles, unidas en una única consigna de resistencia. La fuerza de la protesta no está solo en el número de personas que se han manifestado, sino en la convicción de que si se permite que una injusticia de este calibre se imponga, todos los trabajadores estarán expuestos a las mismas amenazas. La solidaridad con «Las 6 de La Suiza» no es solo un acto de apoyo, sino un claro mensaje: no estamos dispuestos a retroceder.
Es un momento decisivo, y la lucha está lejos de terminar. La condena a «Las 6 de La Suiza» no es solo un caso aislado, es un símbolo de un sistema que quiere callar a los que se rebelan, de un poder que ve en la organización de los trabajadores una amenaza a su perpetuación. En este escenario, la solidaridad no es un gesto aislado, sino una necesidad urgente. Los trabajadores deben unirse más que nunca, porque lo que está en juego no es solo la libertad de unas compañeras, sino la libertad de todos aquellos que defienden el derecho a una vida y un trabajo digno.