“Trabajar por ese futuro implica
empezar a vivir ahora
de acuerdo con aquello
que tratamos de hacer nacer”
Petra K. Kelly
En el número 93 de Organización Obrera se trazaron líneas iniciales para analizar la organización social, cultural y laboral del movimiento kurdo so pretexto del aniversario de la revolución de Rojava.
Sin embargo, algunos interrogantes quedaron pendientes de respuesta en lo que refiere a la organización económica en los cantones y los modos de producción para garantizar la supervivencia. Veremos más adelante que dichos modos no sólo tienen por objetivo alimentar o vestir a las comunidades sino también proponer otra manera de habitar el territorio.
Una de las claves de la economía en el Noreste de Siria (NES) es la descentralización, que se apoya en el modelo de las cooperativas. Sin embargo, el presente escenario dificulta llevar adelante un conteo sobre la cantidad de las cooperativas debido a que no hay un organismo central que se encargue de ello.
Los tres cantones que componen Rojava (Afrin, Kobane y Cizire) cuentan con comunas y organizaciones políticas que nuclean a las personas locales, promoviendo el debate horizontal en lo referido a la producción.
La organización de las cooperativas va de la mano con el funcionamiento de las comunas, que trabajan enlazadas: esto es posible gracias a que la propiedad de la tierra en su mayoría es comunal. Entre las amenazas al desarrollo de este tipo de iniciativas está, por un lado, el asedio de Turquía y debido a que se destina el 70% del presupuesto de los cantones para la autodefensa.
Entre los principios que guían el desarrollo de las cooperativas se encuentra el de la sustentabilidad; excepción de ello son las refinerías que producen diésel. En Rojava se rechaza el monocultivo y la agricultura intensiva proponiendo un sistema económico cuyo objetivo es “aumentar los recursos de la sociedad en lugar de explotarlos”, es decir, un modelo alternativo de desarrollo que descansa en los principios de la economía social (Silva, 2018).
“En general, la gente de Rojava, que trabaja hasta las 14.30 horas, regresa a sus hogares para comer y descansar un rato; luego vuelve a salir para asistir a alguna reunión a partir de las 17:00 horas. Hay reuniones de comuna, asambleas, cooperativas, mujeres, familias de mártires, municipios, etc. (…) Este es un dato muy importante para entender que toda la gente de Rojava, a través de alguna reunión popular, es parte de los debates y del proceso político de la autonomía” (Aslan, 2022: 198).
El noreste de Siria (NES) se enfrenta a numerosas dificultades en materia económica: inflación, embargo parcial, guerra y agotamiento de los recursos por parte de las fuerzas turcas de ocupación en Serekaniye, Tel Abyad y Afrin. Dicho panorama ofreció la oportunidad de retomar el modelo comunal y sus formas tradicionales de producción basadas en el principio de solidaridad.
Las cooperativas, a diferencia de las empresas de capital privado, no sólo buscan el beneficio, sino que lo distribuyen entre sus miembros o lo utilizan para invertir en actividades futuras. En el caso del noroeste de Siria (NES), estas iniciativas cubren directamente las necesidades de la población local y apoyan a las organizaciones civiles (Rojava Information Center, 2020).
En el 2012, durante el gobierno de Assad, las regiones de lo que hoy conocemos como NES obtuvieron la autonomía heredando campos con monocultivo agrícola. La mayoría de las tierras cultivadas eran propiedad del gobierno sirio que luego fueron tomadas por las estructuras autónomas de gobierno conocidas en la actualidad como Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES). De acuerdo con los principios adoptados por la AANES, parte de las tierras cultivables fueron entregadas a comunas locales, que fueron organizando cooperativas teniendo como motor dar prioridad a cubrir las necesidades de la población local.
Las cooperativas en su mayoría son agrícolas, pero también se desarrollan en el campo textil, panaderías, productos lácteos y existe una pequeña mina de sal (Rojava Information Center, 2020).
El Contrato Social de Rojava (artículo 42) define del siguiente modo los principios de la organización económica: “El sistema económico en las provincias debe estar dirigido a proveer de bienestar general y en particular a subvencionar a la ciencia y la tecnología. Debe estar dirigido a garantizar las necesidades diarias de las personas y asegurar una vida digna. Los monopolios están prohibidos por ley. Los derechos laborales y el desarrollo sostenible están garantizados” (Abrstrakt Magazine, 2017).
Un rol protagónico en el proceso de transformación de la economía lo tienen, sin duda, las mujeres: El trinomio comunalismo, ecología y liberación de las mujeres se materializa en el desarrollo de proyectos enfocados a hacer frente al subdesarrollo de la región y contribuir a solucionar problemáticas concernientes al desabastecimiento de agua y electricidad. Ejemplo de ello es la cooperativa de ropa y cosméticos Shilan (Hilleliyah, Qamishlo) que cuenta con 73 miembros y es dirigida por tres mujeres. Su objetivo es apoyar a las personas de magros recursos, vendiendo ropa y cosméticos a un precio más bajo que las tiendas comunes y permitir el acceso a estos bienes en un barrio situado lejos del mercado central. Su plan a futuro es el armado de un taller de costura para facilitar el ingreso económico a las mujeres del barrio (Rojava Information Center, 2020).
Cómo y dónde son fundadas las cooperativas tiene que ver con las necesidades de las familias que habitan las comunas. El paso siguiente es proponer su creación al consejo de comunas quien determinará las personas que serán empleadas teniendo en cuenta los hogares más pobres, las personas heridas en la guerra contra ISIS o Turquía, o las familias han perdido a un integrante. Luego de ello, el Centro Económico de Rojava le otorga la mitad del dinero necesario a la futura cooperativa y semillas para comenzar el trabajo (Abrstrakt Magazine, 2017).
“Las cooperativas varían en tamaño, tipo de actividad y ganancias. Algunas son cooperativas de trabajadores, que producen un bien o prestan un servicio y obtienen un beneficio que se distribuye entre los miembros. Otras son cooperativas de servicios, que son un tipo especial de cooperativa de consumo: el capital financiero es reunido por los miembros con el fin de establecer un servicio para la comunidad, que se presta directamente sin ser comercializado. Esto se hace más comúnmente con el fin de comprar un generador de electricidad alimentado con diesel para un vecindario o pueblo, el cual puede proporcionar electricidad cuando no hay suministro de la electricidad general” (Rojava Information Center, 2020).
Los órganos que apoyan el desarrollo de las cooperativas son: la Oficina de Cooperativas de cada cantón o región, los comités de economía de los Consejos de Mujeres locales y Aboriya Jin [1].
“Las Oficinas de Cooperativas de Jazira apoyan a unas 40 cooperativas de trabajadores en los dos cantones de la región, Qamishlo y Heseke. Una cooperativa suele incorporar entre 5 y 10 familias. En el cantón de Qamishlo hay 23, de las cuales 13 son cooperativas agrícolas, que cultivan 874 hectáreas de tierra. Las demás cooperativas se dedican principalmente a la fabricación y producción de ropa o a ofrecer servicios de costura. La situación varía mucho de una región a otra: la región del Éufrates, por ejemplo, tiene muchas menos cooperativas que Jazira” (Rojava Information Center, 2020).
Aboriya Jin ha permitido el establecimiento de más de cincuenta cooperativas en el NES, ofreciendo la posibilidad de autogestionar su trabajo a alrededor de 1.500 mujeres. Las cooperativas de mujeres Aboriya Jin cubren el 100% de los costes iniciales del proyecto (según la actividad).
Las oficinas de las cooperativas y Aboriya Jin ofician de nexo con futuros socios comerciales y brindan capacitación en cuestiones técnicas así como en los valores sociales y políticos del modelo propuesto.
Leyla Yousef (2020) explica cómo se manejan aspectos vinculados a la competencia en cooperativas y el método decisorio de las actividades comerciales: “No debe ser que una cooperativa compita con otra. Por ejemplo, el comité de cooperativas no apoyaría a dos cooperativas de pan en una aldea. Proceden según las necesidades de las comunidades locales”. Este modo de organizar la producción tiene por objetivo evitar la existencia de monopolios y repartir las ganancias de manera horizontal.
Las Cooperativas también funcionan en los campamentos de desplazados, proveyendo sus productos a mitad de precio para las personas que allí habitan. Este modelo intenta atraer a consumidores y futuros miembros por igual, afianzando las relaciones intra-comunidad. Un ejemplo de ello es la cooperativa que funciona en el campo de desplazados del Tel Samen (Raqqa), que cultiva seis hectáreas de alimentos para ser vendidos a mitad de precio y emplea todos los días entre 15 – 20 personas (salario diario de 3.000SYP, alrededor de 200 pesos argentinos [2]). El excedente de producción es vendido en el mercado de Raqqa y las ganancias son repartidas entre las 100 familias que habitan el campamento (Rojava Information Center, 2020).
Los beneficios de las cooperativas se reparten de la siguiente manera (Rojava Information Center, 2020):
– Impuestos al organismo de apoyo (Aboriya Jin o la Oficina de Cooperativas local). Utilizado para desarrollar nuevas cooperativas (alrededor del 5% si obtienen beneficios). Para las cooperativas agrícolas que utilizan las tierras proporcionadas por la AANES, el impuesto es de hasta el 9%, y las que utilizan sus propias tierras es del 5%. En cuanto a las cooperativas apoyadas por Aboriya Jin, se debe pagar un impuesto del 5% de la ganancia después de 6 meses de actividad.
– Reinversión para el desarrollo de la cooperativa (entre el 10 – 25%).
-Proyectos locales. Algunas cooperativas están conectadas con otras instituciones; por ejemplo, con la Sazîya malbatên şehidan (Organización para las Familias de los Mártires). La organización ofrece apoyo a la cooperativa que, a su vez, trabaja con las familias afectadas por la guerra. Quienes integran movimientos como Kongra Star [3] destinan una parte de sus beneficios (a través de Aboriya Jin) para el trabajo en el NES.
– Distribución entre lxs miembros de la cooperativa.
Salvo en el caso de los impuestos, el resto de los montos es decidido por cada cooperativa.
Desplazamientos forzados y cooperativismo
La economía cooperativa en el NES está intentando rearmarse luego de la invasión turca en 2019 que ocupó 5.000 km2 que eran utilizados para la producción, saqueando y robando todo a su paso.
“Las facciones respaldadas por Turquía se apoderaron de la panadería Mesopotamia, lo que dio lugar a la pérdida de maquinaria y reservas. También se han saqueado asociaciones agrícolas cooperativas, con la pérdida total de 800 toneladas de trigo, además de 1.500 toneladas de fertilizante de 6 cooperativas en el campo de Sere Kaniye. El impacto psicológico debe considerarse junto con los daños materiales: la experiencia o la amenaza de destrucción hace que cualquier intento de construir proyectos futuros parezca en vano” (Rojava Information Center, 2020).
Dar vuelta una economía destruida y amenazada no es nada fácil. El anhelo del retorno al hogar de lxs desplazadxs, el hostigamiento turco y un proceso que aspira a recuperar las relaciones sociales – culturales – comunitarias se ve atravesado por desafíos cotidianos. Sin lugar a duda, lo expuesto es un claro ejemplo de la potencia de las acciones micropolíticas, el poder de la organización de lxs trabajadores y la necesidad de producir sin extractivismo para garantizar un futuro.
Cuando miramos a Medio Oriente muchas veces pensamos en ese desierto desconocido y peligroso. Si observamos más allá podemos llegar a vislumbrar colores, sentires y nuevas ideas para viejos problemas que no distan de aquellos que surgen por las pampas.
Las amenazas en el NES son concretas, aquí, solapadas pero reales: el fracking, la guerra por el agua, el remate de bienes comunes a capitales extranjeros, el genocidio real (pero silencioso) de comunidades privadas de recursos hídricos y la necesidad urgente de pensar otro/s modelos productivos que nos permitan el buen vivir entendido en el sentido amplio del término. Queda de manifiesto entonces que la organización es una herramienta internacionalista para trascender sistemáticas asesinas en vistas hacia un futuro común.
“El camino a la transformación es la organización y el activismo que logren abrir una brecha para que no todo lo que ocurra sea más de lo mismo”(Consejo Nocturno, 2018). Una invitación para trascender el marketing de lo colectivo en acciones concretas que van más allá del personalismo para dejar en evidencia que habitar lo real es, ni más ni menos, “rechazar el deseo humano de que todo sea canalizable, reducible a una forma de gobierno. En el habitar se esparce la construcción de una nueva geografía en las que las formas – de – vida entran en la intimidad con lo más sensible del territorio, prolongándose, purificándose, ganando en presencia y no en representación” (Consejo Nocturno, 2018).
Referencias
Aguilar Silva, E.S.(2018). Ecofeminismo en Rojava: hacia la construcción de un modelo alternativo de desarrollo económico en el territorio sirio del Kurdistán. Disponible en: https://www.ecologiapolitica.info/ecofeminismo-en-rojava-hacia-la-construccion-de-un-modelo-alternativo-de-desarrollo-economico-en-el-territorio-sirio-del-kurdistan/
Azize A., (2021). Economía anticapitalista en Rojava: las contradicciones de la revolución en la lucha kurda. BUAP: Méjico.
Consejo Nocturno (2018). Un habitar más fuerte que la metrópoli. Ed. Pepitas de calabaza. Logroño: España.
Kurdistán América Latina (2017). Rojava: economía y cooperativas en plena revolución. Disponible en: https://www.kurdistanamericalatina.org/rojava-economia-y-cooperativas-en-plena-revolucion/
Pryke, L. (2019). Ishtar. Disponible en: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-271/ishtar/
Rojava Information Center (2020). Dossier informativo – Cooperativas en el norte y este de Siria: desarrollo de una nueva economía. Disponible en: https://rojavaazadimadrid.org/dossier-informativo-cooperativas-en-el-norte-y-este-de-siria-desarrollo-de-una-nueva-economia/ The New Bridge Project (2022). Serie Conversaciones con Gamechangers. ABORIYA JIN. Disponible en: https://thenewbridgeproject.com/events/watch-along-solidarity-economy-associations-conversations-with-gamechangers/