La gran huelga del vidrio en Berazategui

El pueblo de Berazategui, a principios del siglo XX, era una zona semirural con estación de tren hasta que, favorecida por la proximidad a uno de sus más importantes clientes “la Quilmes”, se asentó en 1906 la fábrica de botellas de vidrio Rigolleau.

Alrededor de esta fábrica fue creciendo el pueblo, radicandose en él inmigrantes de origen español, italiano, belga y francés, que constituían la mano de obra de las dos principales industrias de la zona o de alguno de los servicios que se proveían a estas. 

En el año 1913, la fábrica Rigolleau empleaba a unos 2000 trabajadores (hombres, mujeres y niños) y eran denunciados  en la prensa obrera de la época los abusos que se cometían por parte de los capataces de la compañía contra los y las trabajadoras. Turnos de 9 y 12 horas para mujeres y hombres, los niños a partir de 8 años podían trabajar 7 horas diarias, cumpliendo los turnos rotativos semanales (una semana de noche y otra de día) igual que los adultos, en ritmos de producción extenuantes y bajo la presión y el maltrato constante de los jefes y capataces de la planta.

Los trabajadores se organizan

Fue a principios del año 1913 que tras diversas notas en periódicos obreros y por iniciativa de algunos trabajadores de la fábrica, el día 6 de abril en una asamblea pública se organiza la sociedad de Resistencia de Oficios Varios de Berazategui “Sol de Mayo” cuya declaración de principios decía: 

«Con el título de sol de mayo se constituyó en la localidad de Berazategui una sociedad de resistencia de oficios varios que tiene por objetivo procurar el mejoramiento moral y material de todos sus asociados, favorecer su cultura intelectual y apoyarse mutuamente o sea educarse en el ejercicio práctico de la solidaridad.

Teniendo como finalidad la completa emancipación económica y social del proletariado.

MEDIOS DE LUCHA- Esta sociedad de obreros acepta como medios de lucha: la huelga parcial, general y el boicot. Ilustración y cultura societaria. Esta sociedad declara: que aprueba y recomienda a todos sus asociados el estudio de los principios filosóficos y económicos modernos, así como la aceptación para sus hijos de la enseñanza racionalista, única que está exenta de los prejuicios religiosos y políticos y que se adapta a las exigencias de las aspiraciones obreras, toda vez que ella tiende a formar hombres inteligentes, razonadores y amantes del bien común.

Constituyese esta sociedad sobre la base de su más amplia autonomía entendiéndose por autonomía la absoluta libertad para todos los asociados en los asuntos relacionados con el gremio aceptando el pacto de solidaridad de la federación obrera regional argentina y quedando por tanto adherida a dicha institución obrera.

Esta sociedad de resistencia es cosmopolita y de oficios varios por lo tanto pueden ingresar en ella todos los obreros de cualquier oficio o profesión que sean y de cualquier nacionalidad, considerando que todos los hombres somos iguales y que la división de patrias y fronteras solo favorece al interés de los capitalistas que nos explotan.  [1]

Ante la nueva organización, los capataces impulsaron otra organización llamada Sociedad de Socorros Mutuos para dividir a los trabajadores en dos bandos y a la que obligaban a los empleados nuevos a asociarse, junto a esto el directorio de la fábrica pagó el viaje desde Francia a varios obreros junto a sus familias, quienes al ir interiorizándose de la situación en la fábrica se sumaban a la sociedad de resistencia. 

La primera huelga

El domingo 10 de Agosto, los trabajadores tuvieron una importante asamblea que en su 5° punto del orden del día trató sobre los abusos cometidos en la fábrica contra las mujeres y los niños, en la que se acordó asumir una enérgica actitud en conjunto para frenar los maltratos. Como respuesta a la asamblea la empresa despidió a 100 trabajadores y trabajadoras sin más causa que el pertenecer a la sociedad y haber participado de la asamblea. La respuesta obrera fue un paro unánime exigiendo la readmisión de todo el personal. La huelga fue creciendo hasta hacerse total, a pesar de los intentos de la empresa de utilizar como rompehuelgas a los inmigrantes franceses, que también se plegaron al paro, a pesar de la represión desatada por la policía provincial sobre los huelguistas, disolviendo las reuniones y prohibiéndolas, apresando a los huelguistas, incluso a las mujeres con niños pequeños trasladándolas a la comisaría de Quilmes, escoltando a los pocos carneros que no se plegaron al paro y tras doce días de huelga, Rigolleau en persona se entrevistó con una comisión de los huelguistas el día 20 de Agosto, aceptando el pliego de condiciones con la excepción del despido de los capataces que no se consiguió. El acuerdo fue aceptado y la huelga triunfó, el mismo 21 ingresó el primer grupo de trabajo.

Se rompe el acuerdo

A pesar de la victoria de los trabajadores el ambiente en el pueblo siguió enrarecido, ocupado policialmente como esperando nuevos hechos. Para peor, a partir del 26 de Agosto, tras una nota anónima en “La Vanguardia” donde se denunciaba a la comisión administrativa de la sociedad de resistencia como de externos a la fábrica y se los acusaba de agitadores anarquistas (téngase en cuenta que a partir de la Ley de Defensa Social desde 1910 y hasta 1921 se penaba la difusión de propaganda anarquista en la región). Se sucedieron otras notas periodísticas en distintos diarios desprestigiando la organización obrera y el acuerdo alcanzado con la empresa, esto provocó el voto de censura por parte de los trabajadores vidrieros al periódico socialista y a otros periódicos que se hicieron eco de estas intrigas. Previendo que la patronal de Rigolleau incumpliría el acuerdo se convocó a una asamblea para el domingo 7 de septiembre. Sin embargo la huelga iniciaría un día antes, el sábado 6 por la mañana tras un incidente donde un obrero abofeteó a un niño de la fábrica por acusarlo de carnerear la anterior huelga, este incidente generó una brutal intervención policial, que provocó una acción unánime y espontánea de los y las trabajadoras de abandono del trabajo y la presentación de un nuevo pliego de condiciones, donde se exigía: el cumplimiento del pliego anterior, la expulsión de los capataces Mauver y Sabates, el seguro obrero de accidentes de trabajo y el retiro inmediato de la policía de la fábrica. 

En esta ocasión Rigolleau desplegó otra estrategia, en el primer conflicto trajo obreros franceses para quebrar el  paro y fracaso, esta vez trajeron varias familias de trabajadores rusos e italianos pero estos también hicieron causa común con la huelga a pesar de la presión policiaca. A los pocos días de huelga Rigolleau propuso un acuerdo que dejando de lado el despido de sus capataces otorgaba un aumento de 5% al jornal de todos los trabajadores a cambio de levantar la huelga pero esta propuesta fue rechazada y para el día 11 la ciudad estaba en estado de sitio, con refuerzos policiales (cosacos les llamaban los obreros) venidos de Quilmes y La Plata patrullando las calles y provocando a las familias de los huelguistas. Estos sin embargo se mostraban cada vez más decididos y recibían el apoyo moral y económico de numerosos gremios de la Federación Obrera. A los 10 días de paro la policía a las órdenes de la empresa prohibió las reuniones y tras gestiones de Panizza, secretario del consejo federal de la F.O.R.A., en la gobernación de La Plata se pudo recuperar el derecho de reunión y realizar las asambleas. Otro hecho importante se produjo al interior de la fábrica donde los capataces, junto a los pocos rompehuelgas que desoían el paro, intentaron encender uno de los hornos y éste estalló, quedando inutilizado. 

Cerca del triunfo, la tragedia  

El día 19 de septiembre el secretariado de la F.O.R.A. anuncia que declarará el boicot y se abrirá un conflicto con la cervecería Quilmes si esta sigue comprando los envases de la cristalería. Este ultimátum pesará sobre el inminente triunfo de la huelga junto a la convocatoria de huelga general para el mes de octubre convocada por los gremios de la Federación en contra de los atropellos policiales y por el derecho de reunión. Pero el día 23 de septiembre tras finalizar la asamblea, se produce un trágico accidente ferroviario que le cuesta la vida al secretario de la F.O.R.A. y redactor del diario La Protesta Costanzo Panizza, quien se dirigía a la estación después de pronunciar una conferencia a los huelguistas reunidos frente a la fábrica quien falleció trágicamente, arrollado por un tren.

Este dramático hecho interrumpió la protesta obrera y su sepelio en la capital fue un acontecimiento impactante y conmovedor para la época. Varios miles de personas participaron de las exequias al frente de las cuales iba un nutrido contingente de obreras de Berazategui llevando flores junto al cajón con los restos del fallecido. La impresionante manifestación interrumpió la monotonía del centro porteño desde barracas hasta la chacharita.

La huelga se sostendrá invariablemente hasta fines del mes de octubre con idas y venidas por parte de Rigolleau que pedía entrevistas con el comité de huelga mientras trataba de reclutar rompehuelgas o intentaba impedir las reuniones de los huelguistas por medio de la policía que utilizaba como si fueran empleados de la fábrica. 

La huelga general de 48hs acordada por la F.O.R.A. contra los abusos policiales en Berazategui y en otros pueblos de la provincia para los días 24 y 25 de octubre fue contundente, adhirieron sindicatos de la Capital Federal, La Plata, Bahía Blanca, Rosario, Córdoba y de otras ciudades del interior, a pesar de tratarse de una huelga puramente de protesta solidaria su alcance fue muy importante ya que desde la represión del centenario no se había vuelto a ver al movimiento obrero organizado en tal magnitud. 

El primer día de la huelga general de la F.O.R.A. Rigolleau convoca al comité de huelga y acepta el pliego completo de las exigencias obreras dándose por concluida la gran huelga del vidrio de Berazategui, tras dos duros meses y a pesar de las persecuciones, represiones y tragedias recibidas, la sociedad de resistencia de Berazategui obtendrá su primer gran triunfo contra el patrón industrial más poderoso del pueblo.

Pero nunca las victorias obreras son permanentes, un año más tarde tendrán que volver al conflicto.

Fuentes

Diario La protesta, n°1985 al n°2077, 1913.
Periódico La Organización Obrera, 1 de mayo 1914
Boletín del departamento nacional del trabajo Año 1913, Dic.1914.

[1] La Protesta, Sab. 16 agosto 1913.
Afiliado SROVZN
Categoría: Historia
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