-No, Irupé, el Movimiento Obrero y las luchas de lxs trabajadorxs no comenzaron en 1945. Comenzó mucho antes y fue en diferentes partes del mundo y distintas épocas. No solamente en esta parte del planeta donde naciste vos.
-Pero seño, en mi casa lo dijo mi abuelito, ¿mi abuelito miente?
-No, Irupé, no es que tu abuelito mienta. Lo que pasa es que tu abuelito tal vez se olvidó de algunos detalles porque, cuando el territorio estaba en efervescencia, por distintas situaciones sociales que ocurrían en todas partes, él era muy chiquito. Y lo que leyó lo proveía el gobierno de ésa época, no es culpa de tu abuelo tener una parte de la información, no creas que tu abuelito miente, ¿sabés?
-Hummmm, entonces, seño, ¿por qué no me cuenta usted mejor? mire, acá tengo un anotador, ¿le gusta el sticker que le puse?
-¿A ver, a ver? ay, pero qué bonito está, cómo brilla, Irupé. ¿Dónde lo conseguiste?
-Mi mamá los hace y los vende o troka con otras mujeres en la plaza. El lunes le traigo uno.
-No, no me traigas, Iru, decime en qué plaza estará y me acerco, de paso le llevo unas mermeladas re ricas que yo preparo.
-Ehhhhh, sí, seño, le preguntaré a mi mamá y le digo luego. Pero seño, me iba a contar eso de los movimientos telúricos… eh no, ji ji ji, de los movimientos de lxs trabajadorxs digo.
-Bueno, prepará las orejas, ustedes también mis amores, aprovechemos este ratito que nos queda en el aula y les cuento, si quieren pueden anotar, no va con nota asique no se me asusten, saquen esas caritas, ji ji ji.
De manera muy pero muy resumida les cuento que cuando lxs campesinxs de Europa, allá por el años 1700 y pico, perseguidxs por pestes, hambrunas, miseria, se les ocurrió ir a las
grandes ciudades, las mismas ciudades que recibían las materias primas para elaborar la producción “equis”.
Lxs campesinxs ya eran explotadxs por patrones y reyes, ya sea en los campos propios o arrendados.
-¿Qué es arrendados, seño?
-Muy buena pregunta, Newen, significa que esas tierras tenían un dueño específico y ese dueño no cultivaba la tierra él mismo, sino que lo hacían otras personas, una familia de campesinxs por lo general y, a la hora de cosechar, le debía entregar al dueño de esa tierra una parte enorme de la cosecha como pago por ese arriendo, y quien trabajó la tierra en realidad se quedaba con una mínima parte, con la cual debía sobrevivir junto a su familia -era como un alquiler más o menos- ¿lo entendiste, Naw? sino lo explico otra vez.
-No seño, entendí bien, o sea que lxs campesinxs hacían todo el trabajo pero el dueño del campo se quedaba con casi todo ¡qué malvado y mezquino!
-Sí, tenés mucha razón mi cielo, así era. En fin, a raiz de este tipo de abuso y otros que no hablaremos hoy, lxs campesinxs se movilizaron hacia las ciudades.
Pero no lo pasaron bien, al contrario empeoró todo, allí son más explotadxs aún, las condiciones de trabajo de hombres, mujeres y hasta de niñxs como ustedes, eran terribles. Totalmente inhumanas.
-¡Ay, seño, qué feo! ¿qué hicieron entonces lxs campesinxs?
-Para ese momento ya no eran campesinxs sino trabajadorxs organizadxs. Comenzaron a unirse y enfrentar a lxs patrones -lxs dueñxs de las fábricas- y exigieron mejoras laborales, condiciones humanas para desarrollar las distintas tareas, por mencionarles uno de los pedidos de lxs obrerxs.
-¿Seño, les hicieron caso?
-Al principio no les hicieron caso, fue muy dura la pelea que llevaron aquellxs hombres y mujeres, que solamente querían desempeñarse a cambio de un salario acorde, de manera pulcra, sin salir extenuadxs de las fábricas, sin enfermarse y dejar en la miseria a sus familias, solicitaban un día de descanso, etc. Como ven chicxs, ellxs exigían casi las mismas condiciones que aún seguimos exigiendo en la actualidad.
-¡Seño!
-¿Sí, Amapola?
-Entonces, lxs trabajadores luchaban antes de 1945, ¿no seño?
-Claro, mucho pero mucho antes, y les dejo otro dato antes de que suene el timbre de salida. Lxs panaderxs hace más de cien años crearon su propio sindicato y gracias a las luchas de ellxs y de otros rubros que se sumaron, es que hoy en día disfrutamos del aguinaldo, del descanso, y otros beneficios. No obstante, siempre está ese germen latente de aquellxs empresarixs que explotaban a lxs campesinxs.
-¿Qué seño, puede pasarnos lo que les pasaba a ellxs?
-No sé si puede pasar, pero sé que si nos mantenemos organizadxs, más unidxs en nuestros lugares de trabajo, mientras hagamos que se respeten las decisiones de las asambleas de trabajadorxs y que cada quien sea empáticx con sus compañerxs, sea o no del mismo gremio, yo creo que no, no se repetiría esa triste historia.
-Ehhhhhh, yupiiiii, seño, no se repetirá, ahora somos chiquitxs pero cuando seamos grandes seremos como lxs panaderxs, ¿no chicxs?
-¡SÍIIIIIII, IRUUUU!
¡RIIIIINNNNGGGGGGG!
-Bueno, bueno, a pasar un lindo fin de semana con lxs afectxs, nos vemos el lunes, recuerden traer hojitas de árbol para el collage de la cartelera.
-Chau, seño Pil, cuando llegue le cuento a mi abue lo que aprendí hoy, y mi mamá se pondrá contenta.
-¿Contenta, por qué Irupé?
-Porque ella discute con el abue por eso del año en que nacieron los movimientos de trabajadorxs, ji ji ji.
-Dale, disfrutá de tu mamá y tu abue, Irupé, que discutan pero sin pelear. ¡Sin pelear, eh! ji ji ji.